Después de tantos traslados y mudanzas, la escuela consigue su propio lugar. Es un edificio antiguo con una gran puerta de madera barnizada, barrotes en las ventanas y frente empedrado. Se asemeja a un pequeño castillo, refugio del arte y la cultura, ubicado en pleno centro de nuestra ciudad.
Por adentro es mucho más grande de lo que la fachada aparenta. Su interior está compuesto hoy por tres aulas en planta baja, la preceptoría, la secretaría y la rectoría. Dos patios (uno cerrado), dos baños y al fondo un amplio auditorio sobre el que se levantan tres pisos con aulas (6).
Un anexo de dos pisos a 10 metros (casi llegando a calle Urquiza) completa la infraestructura de la institución que es realmente necesaria: 1200 niños (desde los seis años), jóvenes y adultos se inscriben anualmente en los diferentes niveles. Los alumnos son asistidos por más de 100 profesores y 35 personas que conforman el personal administrativo.
Armonía de Corazones
El ambiente que se vive dentro es muy agradable, familiar. Melodías dulces y otras con bestialidad de aprendizaje se mezclan y te envuelven. Gente de todas las edades se cruza en el patio, se saludan, se sonríen, conversan. Algunos llevan su instrumento, otros visten malla y cancán. Varios ensayan con emoción y otros lo hacen con los nervios previos del exámen.
Se ingresa por un angosto pasillo que conduce al patio cerrado. Un pequeño pizarrón delata a "profesores ausentes", mientras que otros más grandes informan horarios y eventos culturales. La biblioteca es el lugar que, considero, resume y sintetiza el clima de toda la Escuela. Ahí el buen humor y los mates se acompañan como grandes amigos en el transcurso de la jornada que prácticamente se lleva a sí misma. La gente entra y saluda, busca un libro y toma un mate, saca fotocopias, conversa un ratito y se va sonriendo.
—Esos eran músicos...¡Con el piano al hombro! –exclama Carlitos mientras revisa el material sobre historia de la Escuela que le pido me fotocopie. Su improvisada y creativa representación del
piano al hombro es efectiva: las risas son inevitables y cualquiera se siente como en casa.
Los problemas
Además de la situación actual que vive nuestro país y que afecta a toda institución en general, la Escuela se enfrenta desde hace dos años a otro problema.
El 10 de noviembre de 2000, por decreto Nº 2974, la Universidad Autónoma de Entre Ríos (7) absorbe a todos los institutos terciarios. Automáticamente la Escuela Provincial de Nivel Medio y Superior Nº 5 de Música, Danza y Teatro "Profesor Constancio Carminio" pasa a ser regida por esta nueva universidad.
Alberto Leandro D'Lázzaro es un profesor humilde. Con la sencillez de su mirada parece preguntarme quién es el para que lo entreviste. Sus 25 años de estudiar y enseñar aquí (ingresó a cursar el nivel básico a los siete años) son mi respuesta. Es él el que me cuenta: "El traspaso de nuestra escuela, del Consejo de Educación a la UADER, trajo aparejado muchos inconvenientes e incoherencias. Para cualquier movimiento como nombrar profesores, fijar el año académico o el sistema de aprobaciones, por ejemplo, tenemos que consultar a la universidad, pero todos los recibos y muchas directivas todavía vienen del Consejo. Es decir, nos vienen con el verso de que somos de la UADER pero tenemos que ir al Consejo, y esta es la incoherencia. Además este año sufrimos un importante retraso salarial y, además, tenemos que trabajar más y cobrar menos: de 40 minutos de cátedra a 60 por el mismo precio".
Estos atrasos fueron los que detuvieron por un mes el inicio de las clases del primer año. Los estudiantes del nivel superior, junto con los del Instituto Superior de Artes Visuales, idearon un plan de acción en repudio a las mesas de exámenes correspondientes al turno febrero-marzo que fueron suspendidas por decisión de las autoridades de la Facultad de Humanidades, Arte y Ciencias Sociales de la UADER. Una de esas protestas fue la que realizaron el miércoles 3 del mes pasado, cuando decidieron concentrarse en la Peatonal San Martín con el objeto de "tapar simbólicamente esculturas" realizadas por los egresados del Instituto Superior. En esta "creativa protesta", como la denominó un diario local, se levantaron carteles que decían "No al exterminio del arte por la UADER". Otros invitaban a la reflexión: "¿Se imagina usted un mundo sin arte?"
Ante la pregunta de cual era su opinión ante estas manifestaciones de los estudiantes, D'Lázzaro responde: "Me parece que estas protestas están más vinculadas a como es considerado el arte en la sociedad y va más allá de lo económico". Y explica: "Yo doy clases en una escuela secundaria y puedo ver que la materia música es considerada dentro del todo como algo que no es útil porque no produce bienes materiales".
La profesora de coro, que no quiso que su nombre fuera publicado, vuelve a contraatacar: "El traspaso de la UADER fue en gran mayoría para mal. Le ha quitado historia a la institución, personalidad, independencia. Le ha quitado totalmente el autodominio, la posibilidad de extensión cultural. Perdimos credibilidad porque esta es una universidad incierta.
Nos ha traído muchísimos dolores de cabeza y muy mala propaganda. No vas a escuchar a nadie que esté conforme. Los profesores no tenemos ciudadanía universitaria y no quieren reconocer nuestros antecedentes. No hay consejos directivos, no hay resoluciones integrales, no hay nada, todo es a dedo".
A pesar de todo
Sin embargo, muchas razones hay para festejar hoy, 7 de mayo de 2002 y a 70 años de aquel primer día.
Este martes de aniversario es realmente una verdadera fiesta. El auditorio está repleto. Fotógrafos, camarógrafos, cronistas, alumnos, familias y autoridades están presentes. El músico, compositor y docente Walter Heinze, con 34 años de trabajo en la Escuela, dirige las palabras alusivas y arranca un cerrado aplauso de todos.
Además la Escuela estrena banda, que debuta interpetando con firmeza y precisión la Marcha de Entre Ríos, el Himno a la Bandera y el Himno Nacional Argentino.
Se realizan también distintas actuaciones que representan a las diferentes secciones de Música, Danza y Teatro y embellecen el aniversario.
El momento más emocionante de este gran cumpleaños llega cuando la profesora Andrea Laporta, con lágrimas en los ojos, se dirige al público a modo de cierre.
—¡Sigamos luchando por nuestra Escuela! –concluye, con voz entrecortada. Segundos después el Coro "Ecos", dirigido por ella, entona con dulzura una conocida canción de Fito Páez: "Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón".
(6) En 1987 el Gobierno Provincial autorizó la primer partida para comenzar esta construcción en los jardines de la casa. El auditorio fue habilitado gracias al trabajo de la Asociación Cooperadora en julio de 1992.
(7) UADER. Fue creada mediante ley Nº 9250 por el actual Gobernador de la Provincia, Sergio Montiel.
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